¿Qué son las adicciones no tóxicas o comportamentales?

En 1980 se reconoció a nivel mundial, por primera vez, el juego patológico o ludopatía como una enfermedad, incluyéndose en el DSM-III en la categoría de trastornos del control de los impulsos no clasificados en otros apartados y definiéndose unos criterios diagnósticos específicos.

La OMS (Organización Mundial de la Salud)  incluyó la adicción a los juegos de azar como una categoría diagnóstica en la CIE-10 (1992), dentro de los Trastornos de los hábitos y del control de los impulsos.

No es hasta el año 2013 cuando se recoge en la última revisión el DSM-5 (APA) se ha propuesto una nueva categoría denominada Trastornos adictivos y relacionados a sustancias. Dentro de este capítulo, se incluye los:

  • Trastornos relacionados a sustancias.
  • Trastornos no relacionados a sustancias. Dentro de este último se encuentra el Trastorno por Juego de Apuestas o Gambling Disorder.

Entre os Criterios diagnósticos del Trastorno por Juego de Apuestas encontramos los siguientes:

Conducta problemática de juego de apuestas recurrente y persistente, que lleva a incapacidad o distrés clínicamente significativos, como sucede cuando el individuo exhibe 4 o más de los siguientes síntomas durante un período de 12 meses:

1.- Necesidad de jugar cantidades crecientes de dinero para lograr la excitación deseada.

2.- Está inquieto o irritable cuando intenta interrumpir o detener el juego.

3.- Ha efectuado reiterados esfuerzos no exitosos para controlar, interrumpir o detener el juego.

4.- Está frecuentemente preocupado por el juego de apuestas.

5.- Juega frecuentemente cuando se siente con distrés.

6.- Después de perder dinero en el juego, vuelve con frecuencia otro día para intentar recuperarlo.

7.- Miente para ocultar su grado implicación en el juego.

8.- Ha arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, oportunidades de trabajo y educativas o profesionales debido al juego.

9.- Confía en que los demás le proporcionen el diento que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.

En la nueva clasificación se ha dado un paso muy importante al reconocer que los problemas derivados del juego constituyen una adicción y no son simplemente un trastorno del control de impulsos.